jueves

La respiración de guerrero

El guerrero a veces se comporta como agua, y fluye por entre los muchos obstáculos que encuentra.
En ciertos momentos, resistir significa ser destruido. En esos casos, él se adapta a las circunstancias. Acepta sin protestar que las piedras del camino tracen su rumbo a través de las montañas.
En esto reside la fuerza del agua: jamás podrá ser quebrada por un martillo o herida por un cuchillo. La más poderosa espada del mundo es incapaz de dejar una cicatriz sobre su superficie.
El agua de un río se adapta al camino que le es posible sin olvidar su objetivo: el mar .
Frágil en su naciente, poco a poco va incorporando la fuerza de los otros ríos que encuentra.

Y, a partir de determinado momento, su poder es total.

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